Sánchez gasta 191.000 € en tener a punto el palacio de Las Marismillas para veranear este año
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ya ha dado encargo para tener en perfectas condiciones el palacio de Las Marismillas, en Doñana (Huelva).
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Con España inmersa en la parálisis política, medio año de Gobierno en funciones y sin atisbo de investidura, Pedro Sánchez no renunciará a sus vacaciones este verano. El dirigente socialista ya ha ordenado que le preparen el Palacio de Las Marismillas (en el Parque Nacional de Doñana, Huelva) -que disfrutó en anteriores ocasiones- para pasar su periodo de descanso estival. Además, el Gobierno gastará sólo este año casi 200.000 euros en tener a punto la residencia.
El Ministerio para la Transición Ecológica, a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales, aprobó a comienzos de este mes el encargo del ‘servicio de mantenimiento de las infraestructuras operativas del Palacio de Las Marismillas, con medios personales y materiales para su conservación y para el desarrollo de las actuaciones de apoyo en las visitas institucionales’, correspondiente a las anualidades de 2019 a 2023. Es decir, una legislatura completa.
1,6 millones para 4 años
El importe del encargo, firmado con el Grupo público Tragsa, asciende a 1.624.384,13 euros para los próximos cuatro años, distribuidos de la siguiente manera: 191.557,81 euros en 2019; 433.510,40 en 2010; 430.542,68 en 2021 433.510,40 y 135.262,85 en 2022. Importes con cargo a los Presupuestos.
El Ministerio aclara, entre otras condiciones, que «el personal que la empresa ponga, en su día, a disposición del Organismo Autónomo Parques Nacionales en ningún caso adquirirá derecho alguno ni quedará integrado dentro del personal de este departamento».
Marismillas y Mojácar
Sánchez ha elegido de nuevo este palacete, en pleno paraje natural, para disfrutar de su tiempo de descanso con su familia al completo. La investidura, previsiblemente fallida, no ha alterado los planes del líder socialista que, según confirman fuentes de La Moncloa, tiene previsto mantener sus vacaciones como si de un presidente de pleno derecho se tratase.
Sánchez tiene previsto permanecer en Las Marismillas la mayor parte de sus vacaciones, y también se desplazará a Mojácar (Almería), el que fuera su lugar de veraneo habitual antes de acceder a la presidencia y al que el socialista insiste en regresar, pese a ser advertido de los riesgos de seguridad. En otras ocasiones, Sánchez ha disfrutado también de otro palacio a disposición de los presidentes, el de La Mareta, en Lanzarote.
El año pasado, Sánchez inició sus vacaciones el 7 de agosto, tras entrevistarse con el Rey en el Palacio de Marivent (Mallorca). En esta ocasión, antes de iniciar sus vacaciones, deberá resolver otros compromisos, ya que, además del debate de investidura, el último Consejo de Ministros se celebrará el próximo 2 de agosto. Se prevé que el presidente en funciones se tome todo el mes de vacaciones.
Contactos políticos
La intención de Sánchez, según las mismas fuentes gubernamentales, es convertir su lugar de veraneo en una ‘base de operaciones’ para mantener contactos políticos de cara a septiembre. Tras el debate fallido -que se celebrará del 22 al 25 de julio- Sánchez dispondrá de dos meses para intentar ser elegido, tras lo cual, si no sucede, se disolverían las Cortes y convocarían elecciones de forma automática.
El ahora candidato socialista ya utilizó Las Marismillas como ‘despacho’ el verano pasado, cuando invitó a la canciller alemana, Angela Merkel, a pasar allí un fin de semana. Sánchez avanzó que no tiene previsto someterse a un nuevo debate a la vuelta del verano, con lo que los comicios se celebrarían el próximo 10 de noviembre. Todo queda abierto, no obstante, si finalmente se alcanza un acuerdo con Pablo Iglesias.
La última vez que Sánchez estuvo en esta finca de Huelva fue el pasado diciembre, con ocasión de las Navidades. El socialista se cogió unas vacaciones poco habituales, por su duración, ya que disfrutó de tres semanas. Entonces, el presidente repartió el tiempo entre Las Marismillas y La Mareta, y se desplazó acompañado de toda su familia, incluida su perra Turca.
Las Marismillas ha sido un ‘refugio’ de lujo por el que han pasado todos los presidentes. Ubicado en un terreno de alto valor medioambiental, cuenta con casi 11.ooo hectáreas de finca y varios kilómetros de playa virgen. El palacio tiene 18 habitaciones y los mismos cuartos de baño.
Desde 1990 es propiedad del Estado y fue Felipe González el primer jefe del Ejecutivo que lo eligió para sus vacaciones. También ha sido residencia temporal de dirigentes extranjeros invitados como Tony Blair, Helmut Kohl y el rey belga Balduino I de Bélgica con su esposa Fabiola.